miércoles, 20 de abril de 2022

EL CONOCIMIENTO, ¿UN OBSTÁCULO PARA ENSEÑAR?

 Siempre se ha dicho que  para enseñar algo a los demás hay que ser un experto sobre ese tema y tener muchos conocimientos acerca de ello, antiguamente así se aprendía un oficio, el que más sabía enseñaba al que no sabía, pero… ¿hasta qué punto es cierto que conocer una materia nos capacita para enseñarla?

  • Nadie puede ser profesor razonablemente bueno si desconoce la materia que enseña.

  • Saber mucho sobre un tema no nos otorga la capacidad de saber enseñarlo. De hecho, suele suceder lo contrario, cuanto más sabemos sobre un tema más difícil nos resulta abordarlo desde el punto de vista de otra persona.


Los expertos subestiman la dificultad de las tareas para los principiantes 

Distintas investigaciones demuestran cómo los expertos en ciertas disciplinas encuentran dificultades para enseñarsela a los novatos. A medida que las personas desarrollan las destrezas se olvidan de lo difícil que ha sido para ellos aprenderlas por ello no comprenden la dificultad que sufren los “novatos” en aprenderlas y se les hace complicado poder enseñarles desde el punto de vista del “novato”.


Los expertos pueden ser mediocres al incentivar y al comunicar

Se tienen tan interiorizados esos conocimientos que somos incapaces de explicar cómo lo hacemos, por ejemplo, sabemos como se agarra una pelota pero no sabemos explicar cómo lo hacemos.

Puede que los expertos no sepan lo que están haciendo ya que las destrezas que tienen son automáticas e inconscientes, por ello, ser experto podría ser una desventaja a la hora de querer enseñar a los demás. Son incapaces de transmitir la información paso por paso y usan un vocabulario desconocido.

Demostraron que personas con un nivel más bajo de conocimiento eran capaces de explicar y enseñar con más facilidad a novatos que una persona de un nivel más alto con más conocimientos.


Los alumnos valoran que los profesores estén bien formados.

Los alumnos quieren que sus profesores estén bien formados en su materia y sean unos expertos , que destaquen por su competencia y su credibilidad. Diversos estudios han demostrado que los niños aprenden menos de personas que consideran ignorantes, porque se da a entender que si alguien tiene los mismos conocimientos que nosotros no puede enseñarnos nada nuevo. 

Los problemas pueden surgir cuando nuestro conocimiento de un tema abre una brecha entre lo que sabemos y las necesidades formativas de los alumnos. A esto le llaman el punto ciego de los expertos, ya que un estudio demuestra que personas que sobresalían en matemáticas eran incapaces de enseñar contenidos en institutos. Ciertos obstáculos que nos harán ser menos sensibles frente a las necesidades de los alumnos.


En perspectiva: qué impacto tiene el dominio del profesor acerca de su asignatura.

Saber un tema en detalle y profundidad no significa que sepamos transmitirlo y enseñarlo a los demás, aún así, los alumnos piensan que es importante que sus profesores tengan conocimientos sobre todo y sean inteligentes. 

En definitiva, la profundidad del conocimiento del currículo es crucial en situaciones de refuerzo y asesoramiento individual del alumno.


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